“La dama de azul” desglosa los encantos irresistibles de las personas cuyo magnetismo reside en su propia turbulencia. La canción no solo celebra la singularidad de aquellos que irradian un aura de caos, sino que también reflexiona sobre las consecuencias que este magnetismo puede tener para quienes se ven arrastrados por él. Explora la dualidad del encanto y el peligro de las personas que parecen vivir en un constante estado de desorden. Todos somos vulnerables a una dama de azul cuyo mayor encanto puede ser la peor maldición.