Como viene siendo costumbre, había muchas actividades, en lo musical, ese sábado en Cantabria, pero, la verdad, me apetecía mucho el plan que tenía cerca de casa, ya que, en el Varuko de Vioño, ese 20 de abril, como la famosa canción, iban a tocar Saco Roto, por lo que iba a ver a una de las bandas que más me gustan de la escena cántabra a apenas 5 minutos andando desde mi domicilio habitual.
Esto me permitió salir del trabajo y llegar a tiempo para poder tomar algo, ya que no había que coger el coche, comer con tranquilidad, e, incluso, salir un poco a andar, antes de acercarme al mítico Varuko, local al que no acudía a ver un concierto desde diciembre del pasado año, así que ya era un buen momento para ponerlo remedio. [ crónica ]
