Still Corners me resultan evocadores. Cada canción suya me abre por dentro y saca cosas de mí que no sabía ni que estaban ahí. Que no los haya visto en directo hasta ahora ha sido se debe a mil y un factores que no vienen al caso, pero sabía que necesitaba, que deseaba, vivir esa experiencia.
Antes de ellos, de manera completa y absolutamente sorprendente salieron, no demasiado después de la apertura de puertas, Vangoura, en formato dúo a dos guitarras. Si he insistido en la sorpresa es porque por ningún lado vi anunciada su actuación. No sé si más se hubiesen acercado antes a Nazca, pero cuando empezaron, no creo que llegáramos a los 20 en el recinto. [ crónica ]