Se va a leer mucho, demasiado, que este fue el primer concierto de Falling in Reverse en Madrid. Y eso, que veladamente critico, también lo estoy haciendo. Es tan obvio que no puede faltar. A mí me da igual. Sólo sé que desde 2017, desde que escuché “Coming Home”, tenía que vivir su directo. Porque muchas cosas en mi vida han cambiado en siete años, muchas pasiones se han apagado, pero este no, incluso ha aumentado tras esa barbaridad hecha disco llamada “Popular Monster”. Ahora, aunque las expectativas son un factor muy difícil de controlar, tal vez debería intentarlo. [ crónica ]