Decía William Butler Yeats que “aquí no hay extraños, sino amigos que todavía no conoces”. Y esa afirmación es especialmente cierta en la industria del directo, sobre todo el de pequeño formato, en el que muchas veces se producen emparejamientos entre bandas cuyos seguidores no tienen, a priori, demasiado que ver, pero de cuya combinación surgen vínculos que permanecen durante años. [ crónica ]