No es un concierto al uso, pero tampoco es un monólogo, tampoco una charla inspiradora, pero sà que lleva altos porcentajes de cada una, que hace de este show algo digno de ver y disfrutar.
Un domingo tan soleado después de varias semanas sin verlo, que por lo menos por el sur no estamos acostumbrados, invitaba a pasear más que a meterse en un teatro, pero una propuesta tan tentadora como la de Riki hizo que la sala se llenara bastante más de la mitad. [ crónica ]
