Tras el buen sabor de boca que nos dejaron Papa Shango en agosto, no dudamos lo más mÃnimo en volver a acercarnos al Black Bird para disfrutar de nuevo de este grupazo. Al igual que meses atrás también tocaban solos y además tenÃamos la certeza de que lo Ãbamos a pasar tan bien o mejor que la anterior vez. Los cántabros consiguieron alegrarnos el dÃa con sus melodÃas pegadizas y con sus temas más que bailables, canciones que se mueven entre el ska y el reggae, temas con los que es imposible que los pies se queden quietos en el suelo, y es que si no bailas con una banda como esta es que no te corre la sangre por las venas. [ crónica ]