Carretera al infierno, en lugar de Av. Aurelio Álvarez, podría llamarse perfectamente la calle que sube desde el metro de Rivas-Futura hasta el Anfiteatro Miguel Ríos. Si no sabes a que viene esto, es que o bien te has perdido un gran concierto o has tenido la suerte de acudir en coche con aire acondicionado. Madrid, Domingo 26 de julio, 35/40º de temperatura y una sensación térmica de “en el horno de una panadería en Mordor se estaría más fresquito”, consecuencia de un sol que castiga los desérticos alrededores del Anfiteatro, y a quienes allí nos congregamos a la espera de poder acceder al recinto. Judas Priest, Helloween y Krokus. [ crónica ]