La verdad es que el grupo cántabro Faltos de Riego se prodiga más bien poco. Asà que cada vez que tenemos la oportunidad de verles, y podemos acercarnos, no solemos dudar en dejarnos contagiar de su música, y de sus melodÃas pegadizas a la par que elegantes. Y es que los de Astillero además de saber tocar los instrumentos también son capaces de crear letras ingeniosas y divertidas. Vamos, que al final sus conciertos se convierten en algo parecido a un espectáculo circense, y siempre nos lo pasamos bien. Nos tienen conquistados... No lo vamos a decir muy alto, no vaya a ser que se lo crean y luego nos pidan derechos de autor, ¡¡jejeje!!. [ crónica ]