Llegamos a un Londres irreconocible en temperatura y nublado como siempre, triste, en tonos grises. Pero cosas del destino, esta gran ciudad siempre tiene una esquina llena de música para darle ese color que le falta, ese halo de ciudad referente que nace del respeto hacia la música. Londinum como la llamaban los romanos, aquella pequeña aldea es hoy la ciudad más poblada de la vieja Europa. Sin quitar mérito a conducir por la izquierda, Londres podrÃa (si no lo es) ser capital europea de la música. [ crónica ]