Dejamos atrás el Shikillo Festival realizado el pasado fin de semana en Candeleda, Avila, tercera edición que recordaremos por las altas temperaturas y su entorno maravilloso con esas piscinas naturales, que al fin y al cabo es el gran atractivo del festival y donde se desarrollan los primeros conciertos de dicho evento.

Entre la zona de conciertos y el pueblo había una distancia de unos dos kilómetros, recorrido que se podía realizar en un único bus que pasaba cada media hora, algo que no entendemos teniendo en cuenta que se esperaban unas 4000 personas, y en un bus entran 52, así que imaginaros como fue el servicio, deficitario a más no poder. La otra solución esa pegarse una caminata de unos 25 minutos.

Continuamos con el adelanto y más fotos:
 
Otro foco negativo fue el gran polvo que se levantó nada más empezar, el primer día lo sufrimos, luego iban regando el suelo sobre todo la zona delantera cuando paraba cada escenario, pero ni con esas, muchísimo polvo. Seguimos sumando aspectos negativos, si querías adquirir monedas del festival tenías que gastarte como mínimo 10€, es decir, si querías un botellín de agua, tenías que pillar 10€ en monedas del festival, no sé si eso incumple la normativa de espectáculos, pero lo que está claro que fue una de las cosas que más molestaron al público presente.
 
Todos los días, la hora de apertura de puertas no se respetó, y varios grupos, sobre todo el primer día, tuvieron que recortar su repertorio en más de 15 minutos como le paso al bueno de Belo y Los Susodichos, el segundo día los retrasos fueron de 20 minutos y ya el tercero, pasamos de los 40 minutos, conclusión, los horarios no se respetaron en absoluto ninguno de los días. Tampoco hubiera estado de más tener un folleto con los horarios como bien hacen la mayoría de los festivales, porque no todo el mundo tiene móviles con internet.
 
Y luego está el camino entre la zona de acampada y el festival, una caminata de 15 minutos por una pista llena de socavones y piedras, por el día sin problemas, pero por la noche más de uno se hizo algún tipo de torcedura o caída, porque no había ninguna luz, muy peligroso, en las fotos que adjuntamos lo podéis observar. Eso si, vimos tres apoyos de luz insuficientes y el primer día estaban apagados. Otro de los aspectos negativos que sufrimos los que nos quedábamos a dormir en el camping.
 
Y del camping, la zona de aseo, duchas y barra fue un auténtico lujo, pero se les quedó pequeño y tuvieron que extenderse a otros lugares donde los árboles y la vegetación estaban alejados, además de no estar acondicionada para ello. Y por último, el aparcamiento, a más de diez minutos de la zona de acampada, que también se quedó pequeño, obligando a la gente a dejar el coche donde podía.
 
En definitiva, una tercera edición llena de fallos que esperemos que lo solucionen para el año que viene, que se cuente con mejores opciones de desplazamiento, movilidad, fuera las cortinas de polvo... Y nosotros a lo nuestro, a las crónicas, pero antes, un pequeño adelanto fotográfico: