He de reconocer en que hay dÃas en los que esta personita va más contenta a unos conciertos que a otros y a éste es de los que iba con ganitas, Kike Babas siempre tendrá un rinconcito en mi corazón. King Putreak y Huevos Canos han sido pequeños cachitos de mi vida por eso no pude dejar de sorprenderme cuando entré en la Penélope y apenas habÃa quince personas en la sala. Mi lado más egoÃsta se alegró de este petit comité. Mientras tanto Kike habÃa salido al escenario con parsimonia y una bolsa de la compra, de la que sacó una camisa de los servicios de limpieza de Madrid que cambió por la camiseta que llevaba bajo la chaqueta y sombrero de copa. [ crónica ]