Suelen decir que cuando el rÃo suena agua lleva. HabÃa oÃdo hablar mil y una maravillas de los cántabros Medussa, y tocaban en el Black Bird de Santander, asà que: ¡Blanco y en botella!. ¡Primer concierto en eléctrico del año para la saca!. Este era mi bautizo de fuego con un grupo instrumental, tanto escuchándolo como viéndolo en directo, y la impresión no pudo ser mejor. Me dejaron más que impactada, con la boca abierta, salà de allà alucinando, creo que es de los bolos en los que mejor me lo he pasado en mi vida. Y eso que tampoco sabÃa qué esperarme y estaba un tanto desconcertada. A veces escucho lo que voy a ver, pero otras no, asà el momento es mágico y totalmente sorprendente. Y en otras ocasiones, la realidad no es tan idÃlica, y simplemente no he tenido tiempo. [ crónica ]