El pasado 3 de febrero las paredes de la sala Caracol se llenaron de streetpunk del bueno, del de la zona, en una cita que había colgado el cartel de no hay entradas desde ya hacía varios días. De manera completamente puntual saltaron al escenario Eterno Trastorno con su punk’n’roll que tanto me gusta. Y no sólo a mí: comenzaron con “Hipocresía” en una sala con algo más de media entrada y eso no lo pueden decir todos los grupos que abren en Embajadores (ni algunos de los que cierran). [ crónica ]