En la última jornada del Resurrection Fest, la del sábado 8 de julio, nos quitamos la espinita que tenÃamos clavada, por fin verÃamos a los americanos Rancid. Con las fuerzas más que intactas y tras horas de sueños perdidas por el jaleo continuo que tenemos que soportar todas las noches en el camping, fuimos directamente al casco viejo de Viveiro, donde nos cuidaban con sus tapas fantásticas de callos con garbanzos o de pulpo. Mientras tanto el sol luchaba contra las nubes para hacerse un hueco entre ellas, nosotros a lo nuestro, llegaba el momento de ir al recinto de conciertos, allà tocarÃan unos grandes de Bilbao, los fantásticos Quaoar. [ crónica ]