El pequeño pueblo de San Mateo de Buelna volvió a convertirse un año más en la capital el rock del país, pues el festival que ayer cumplía su vigésimo primera edición llego a congregar a más de 12.000 personas, pese las malas condiciones climatológicas.
 
“Llevaba todo el día lloviendo y solo dejo de llover cuando comenzó el festival, por ello el volver a superar los 12.000 asistentes es algo que queremos destacar, pues resulta difícil movilizar a la gente en un día como el de ayer” ha asegurado Rubén García, presidente de la Asociación Rebujas.
 
El grupo de corraliego SinBat comenzaba el con una rigurosa puntualidad. Un sonido muy compactado con una gran sensación de ser un grupo que cuida el sonido es la imagen que proyectaron los cántabros.
 
Tras ellos llegaba Desastre. Un año más Usera (Madrid), y San Mateo de Buelna (Cantabria), eran lazos comunicantes, y es que `Desastre´ es la decimosextavez que toca en el festival cántabro, un concierto repleto de los clásicos más importantes de la banda madrileña, entre los que se encuentra la canción “Que No Amanezca” –himno del festival- que contó con la colaboración de SinBat y de dos miembros de la organización.
 
Leize se encuentra inmerso en la gira del treinta aniversario, lo que desmuestra que se trata de una de las bandas más importantes del país. “Buscando mirando” es su canción más emblemática, la cual junto con otras históricas de la banda sonarón en la Campa del Pilaro.
 
Los de Marras llegaban por primera vez a Cantabria, y lo hacían con una gran afluencia de publico. En su repertorio incluyeron canciones de su nuevo trabajo “Reamanecer” y clásicos como “Sexo en la calle”.
 
Riot Propaganda volvía a visitar Cantabria y lo hacia ante más de 12.000 personas y interpretando canciones de los dos primeros discos de la banda y con canciones propias de Los Chikos del Maíz y de Habeas Corpus. Un concierto de marcado mensaje político, y de reivindicación social.
 
Tras Riot Porpaganda , llego el momento de la música “más dura” de la noche con el concierto de Kaos Urbano, una mezcla de Oi! y pnk.
 
Finalmente amaneció, y las lechuzas –símbolo del festival- tuvieron que volvieron a dormir, para estar listas para Septiembre del próximo año, pero este festival no dejo indiferente a nadie, y es que la afluencia masiva de gente, el buen ambiente reinante, pese a el tiempo inicial, hicieron de esta edición del Rebujas Rock, una edición histórica, que quedara para siempre en el recuerdo colectivo del pueblo.
 
En la rueda de prensa posterior al festival García ha querido agradecer “a todos los voluntarios, miembros de seguridad, empresas colaboradoras, vecinos del pueblo y especialmente a los técnicos de sonido y luces de Musical Toby todo su esfuerzo, ya que sin ellos este festival no sería posible”.