Hacía mucho tiempo que no me coincidía un concierto en el Kalimba y no porque no haya conciertos allí, que suele haberlos con regularidad, sino porque unas veces por coincidencia con otros eventos y alguna otra por no haberme enterado, no había cuadrado.
Esa deuda también la tenía con la gente de Duro, a los que sólo había visto una vez hace ya unos años y tenía ganas de verlos y de degustar las canciones de su primer disco, “Codicia”, editado el pasado año. [ crónica ]