Por uno de esos misteriosos y azarosos infortunios de la vida, llevaba sin ver a esta enorme fiera desde hacía mucho no, muchísimo tiempo. Fue en la localidad valenciana de Alaquás cuando llovió alguna botella (de cristal para más INRI) y el “Molly” no llegando siquiera a la mitad del concierto aseveró que si se repetía el incidente, se marchaban…y así nos quedamos los presentes, con ganas de apalear al burro que lanzó la última botella contra Tárraga. Posiblemente eso fue en 2002, con el disco “Hamlet”. Demasiado tiempo ha pasado... y no, no tengo perdón, más cuando los considero uno de los mejores grupos de habla castellana y con las mejores letras del panorama musical. [ crónica ]