Hacía tiempo que no acudía a un directo de Desakato en sala cubierta, concretamente, un año exacto, y qué mejor manera de hacerlo que en una gira que está colgando el cartel de sold out en la mitad de las fechas que han señalado en su calendario. No conocía la sala CAEM ni ninguno de sus espacios, así que las expectativas eran varias; por un lado, descubrir a Misiva, un grupo también asturiano, compartiendo tierra y madera con los chicos que le daban su cabeza al cuerpo del cartel. [ crónica ]