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Una madrugada más que me sorprende en vela. La vida es así, a destiempo, a deshoras. Suenan Kinki Boys, su primer álbum, homónimo. Y ya no me pesan los huesos húmedos y cansados. Doce temas con la duración justa de tiempo. ¿Para qué alargar si en unos dos minutos todo queda claro? El trabajo entero es preciso. No especula innecesariamente, se transmite exactamente lo deseado. Todo (música, ambiente, mensaje) sale de un sentimiento, un modo de vida. Así de visceral es lo que me entra por los oídos y se expande por donde puede.... [ continúa ] |