Volvemos a la carga, otro concierto y otra noche especial. Creo que estoy creando un monstruo. Con once años ya comienza a acumular cierta experiencia en esto de asistir a conciertos. Hoy va cantando en el coche algunos temas de Los Gandules y coño, me enorgullece ser el padre de este pequeño ser humano. A lo que vamos, que es lo importante. Como venidos de otro planeta o si acaso de un lejano futuro y ante una sala llena, como merece la ocasión, los Escafandra, el grupo telonero por excelencia de estos gandules, hacen aparición de manera épica entre luces, bolsas de basura y gafas de buceo. Tras deleitarnos con algunos clásicos, imperecederos todos ellos, aparecen las estrellas de la noche. [ crónica ]