Tres meses. O quizás puede que cuatro, recuerdo haberlo visto en verano. Ese es el tiempo que llevaba esta fecha danzando en mi calendario, y tenía muy claro que no iba a dejarla pasar. Poder volver a reencontrarme con Aphonnic en mi propia ciudad, y acompañados por los más cercanos Sinaia, me parecía una colaboración de escenario muy atractiva a la que no iba a faltar. Y allí estuve desde la misma apertura de puertas, hasta el cuelgue definitivo del micrófono. [ crónica ]