Las Fuhrers son dos amigos, Marcos e Ibán, que empezaron su proyecto musical allá por mediados de los 2000, en su etapa de estudiantes en Salamanca. No se puede decir que sean el grupo más prolífico de la historia, aunque a lo largo de los años canciones con letras tan cáusticas como “Mi novia es de HB” o “Punk rocker” se convirtieron en pequeños hits del punk underground madrileño. “Memento Molly”, es una invitación al escapismo (“No quiero dejar nunca de volar/ en este mundo de felicidad”) y a disfrutar de lo que nos queda por vivir, con una melodía maravillosa y unos coros que se te va la cabeza: Power-pop de altura, vaya.