Un concierto entre semana no es lo que más ilusión me haga por lo que supone tener que desplazarte y llegar tarde a casa teniendo que madrugar al dÃa siguiente, pero lo cierto es que cuando te ponen uno en la misma ciudad que trabajas, a una hora que se ajusta a tu salida del trabajo y con pinta de que no va terminar muy tarde, pues no hay mucho que pensar.
Ni tan siquiera si la banda que va a tocar es para ti totalmente desconocida o al menos lo era hasta el anuncio de ese concierto como para mà lo era La Casa Fantom, y eso que el nombre me sonaba, ya que son varias la veces que han pisado Cantabria, pero reconozco que no los habÃa prestado atención.
Lo cierto es que ese miércoles post San ValentÃn los noruegos, en una amplÃsima gira que estaban llevando a cabo por la penÃnsula, iban a dejarse caer por La Parroquia en Torrelavega, o lo que es lo mismo, el nuevo nombre que ha dado la actual dirección a la mÃtica Sala Arena, una sala siempre añorada y quizás no lo suficientemente valorada cuando estaba en funcionamiento. [ crónica ]