Abrimos abril de una forma que nos gusta bastante, y no es recibiendo aguas mil. Hablo de algo que también nos llega con mucha intensidad, y son las bandas de fuera que nos abrazan con su energía punk y su cargado rock. La sala Cientocero, cerca del centro de Valladolid, acogía a dos bandas que nos llegaban por un lado de Cantabria, y por otro, de Madrid.
Por cuestiones personales, no pudimos cubrir más que los últimos quince minutos de Insurrectos, la vertiente cántabra que nos trajo su variada discografía, formada por una maqueta, un disco, y un extended play de seis cortes, este último lanzado dos años atrás, en el 2020. Su disco forma parte del primer periodo de la banda, antes de la pausa que hicieron para descansar de los escenarios, mientras que el EP representa el regreso de su estilo a los directos. De ahí sacaron temas como “La distancia más larga”, “Bajo el mismo sol” y “La danza de las llamas”, para dejar toda la sala con un aroma fresco del norte que nos hizo recordar a los presentes la cercanía de esas tierras de Cantabria. [ crónicas ]