No llegábamos a 50 sin embargo los que éramos, era la cifra perfecta. Buen rollo, cercanÃa y mucha alegrÃa era lo que se podÃa sentir en la Sala Sümmum aquel viernes 29 de abril con un hipnótico Joe Crepúsculo.
Paranoia fue la BSO de aterrizaje del artista catalán. Interactuaba tras un par de canciones con un público entregado y, sobre todo emocionado. Y él, con una contraposición entre la timidez y el descaro lo dio todo junto a su compi Aaron Rux. Solo hizo falta un par de teclados y sintetizadores para que la Sümmum se convirtiese en una electro – discoteca. [ crónica ]