Y llegamos al cierre del festival, el que será posiblemente el más difícil de comentar de los cinco que han conformado esta edición. No va a ser sencillo por todas las circunstancias y hechos que han ocurrido y que nos han traído hasta aquí, pero partamos por el principio.
El domingo amaneció nublado, como presagiando algo oscuro y dramático que iba a ocurrir, y en cuanto abrimos las redes sociales, lo supimos. Korn había cancelado su concierto de esa misma tarde en Viveiro, que después de toda la tragicomedia que acarrearon los vuelos y los aeropuertos, y con el consiguiente movimiento de la noche a la tarde que tuvo que hacer la organización con su programación, acabaron de la peor manera posible. Tampoco entraré al debate acerca de los comentarios que hizo su mánager el día anterior sobre la despedida de la gira europea. Pero lo que sí quedó patente, fue el bajón de ánimos y de ganas que supuso para muchos de nosotros, y que se dejaron notar desde el comienzo de la jornada. [ crónica ]