El Psychobilly Meeting es una respuesta a la locura. Una cura contra la “cordura” que nos mantiene presos de economías, guerras y demás historias truculentas. Es, mas allá de un lugar en el espacio y el tiempo en Pineda de Mar, un estado mental y emocional donde estar protegido durante unos días. Este escudo rocking ha vuelto con mas fuerza que nunca después de dos años de dosis embargadas, por aquello que todos hemos sufrido. Pero, como nada puede hacer que algo que lleva 30 años acabe así como así, el Meeting nos ha vuelto a ofrecer unas vacaciones distintas llenas de monstruos y seres salidos de maravillosas series B, donde las pesadillas, los ataúdes, y cualquier ente deliciosamente abyecto que puedas imaginar, se dan cita sin falta.
El lugar no puede estar mejor ubicado, a un paso de la playa con su fresquito implícito y con cerveza helada, que hace mucho y bien al bienestar en esas horas en las que el día boquea. Aunque el Psycobilly Meting se puede disfrutar desde tempranas horas yo no tengo esa suerte y cuando accedo al recinto The Scarecrows Aka están tocando su última canción. [ crónica ]