Pues aquí estoy de nuevo, como cantaban Los Coyotes en los años ochenta del siglo pasado. Y Whitesnake…
Ya pasa de dos años mi aséptico exilio en Alcalá de Henares. Mucho tiempo. Tanto, que a veces pienso que me he quedado aquí plantado como una seta, ya que aparentemente no hay motivos que me obliguen a permanecer por más tiempo en esta ciudad. ¿O sí? Porque, llegadas estas fechas, estaba el aliciente de comprobar cómo resultaba la primera edición del Festival Gigante en Alcalá sin restricciones de ningún tipo. Y la verdad es que al final esto fue lo que me decidió a asistir: poder compararlo con la pandémica y comedida edición de 2021. [ crónica ]