Marea siempre fue mi grupo favorito, aunque  ya no les escuche. Siempre recordaré aquel 28 de noviembre de 2008, yo cumplía 30 primaveras y un día, las cuales me llevaron al barrio Londinense de Brixton, el motivo; una iniciativa que nacía con mis 30 años y un día, la da hacer que nuestra música no tenga fronteras, la de ROCK SIN SUBTITULOS ™.

Ver a Marea tan lejos, supuso poder tenerles enfrente. Sin ser más de 300 personas las que abarrotábamos la pequeña sala y teniendo en cuenta que venían de llenar plazas de toros y de anunciar gira en Sudamérica, ver a Marea así fue un lujo. Y si, ese día está marcado en mi antología de grandes fechas, de cómo llenamos Londres de piojos (así se llamaba a la gira). A día de hoy, este casi improvisado concierto, con más ilusión que cálculo, al paso de los años se le iba a ganar adeptos, sponsor y solidez en el panorama. 79 conciertos organizados (27 de ellos 'sold out') para disfrute de más de 72.000 personas.

Pero RSS es un poco más que un escaparate de nuestra música, puesto que la idea principal de proyecto de RSS era la de exportar la música. Sin querer se ha convirtió prácticamente una ONG, puesto que a día de hoy, juega un papel esencial en las personas que se marcharon de aquí en busca de trabajo, una vida mejor o simplemente estudios. RSS son los encargados de traer un trocito de casa a cada una de estas personas que están fuera, o la de mi caso, siempre que podía, la de hacer turismo musical.

Después de aquel memorable concierto, mi vida seguía y sin darme cuenta mi romance con RSS, no había hecho más que empezar...

Después uno conoce nuevos ritmos y otras músicas, que nunca había escuchado y sin remediarlo le atrapan (Vamos, que me eche novia). Y como gran opción a un regalo original hacia ella, me centre en perseguir esta gran iniciativa.

Así fue como…

Aquel 29/01/2011 fui testigo de cómo Amaral reventó aquel antiguo teatro de King Kross, de acústica inmejorable, refugio y bastión de RSS hasta hoy. La sala Scala, ha sido el mejor decorado para esta gran iniciativa.

De cómo aquel 11/06/2011, Rubén y Leiva o Leiva y Rubén, se paseaban con la chica Tirso por Liverpool Street, para que descubriera mi rincón favorito de Londres, con un casi adiós en los labios de Pereza. Así se llamaba ese camino recorrido por Leiva, asignatura obligatoria para entender el músico que hoy es.

En el 2012, asistiría, en el Coronet, al volar del majestuoso buque Vetusta Morla, de cómo convertirte en el mejor grupo de nuestra tierra fuera de ella, 2.500 personas fueron testigos de uno de los mejores conciertos de los madrileños allende de nuestros mares.

… y por supuesto, fui testigo de excepción de cómo volvía Marea a un Londres que les anhelaba. Bajo el brazo el mitico “En mi hambre mando yo” el que sería su último disco, de su nueva época después de su separación. La sala Scala más que nunca olió a la fruta del olivo, donde el bueno de Kutxi y los suyos, trajeron la alegría para recogerla en puñados de diez.

En 2013 me hice Niño Mutante de la división del Thamesis,  la alegría Granadina irrumpió en el275 de Pentonville Rd , primerizos en esto de exportar su música, RSS les tendio un cable. Pero ni por ser nuevos en esto, ni el incesante frio pudo parar a aquellos náufragos icónicos del pop patrio, la descarga fue tremenda, radiante, diría que hasta nuclear, aquel epicismo ocupa un lugar especial en mi retina.

En 2014, volví a mis orígenes musicales, comprobé como sabe la tierra al escuchar a los Reincidentes lejos de ella. En la Vallecas londinense de Candem Tonw, los Pizarro, Madina, Finito y Barea, nos sirvieron un espectáculo mayúsculo, desplegando la rabia que corona el sol de Andalucía.

Sentí aquel diciembre de 2015 el Turnedo de Ferreiro más cálido y abrasador que nunca. Iván se presentó en la capital del reino inglés, se trajo en la maleta; la lluvia galega y sus canciones para el tiempo y (hoy más que nunca) la distancia. Cual pirata, aquello fue un auténtico abordaje en pleno Thamesis, embriagándonos desde el primer acorde.

Este año, perseguimos el éxito de uno de los grupos que mejor año ha cosechado; La Raíz. Los de Gandía, colgaron el cartel de “No hay entradas”, en castellano y dos meses antes de su cita, rompiendo así, no solo los subtítulos, sino también las fronteras.

Así fue creciendo RSS, hasta expandirse por más ciudades europeas. También viví esa expansión, el nuevo lugar Dublín, la emblemática Button Factory. Los causantes del viaje, los grandes triunfadores de los festivales veraniegos: IZAL.

Los madrileños y yo compartíamos primera vez, este año, en Irlanda, y que mejor que conocerlo de la mano de la música patria, con un directo para recordar.

Así que tal día como el 28 de Noviembre, Rock Sin Subtítulos™ cumplirá su octavo año, cargado de páginas legendarias, llevando lo mejor que tenemos, siendo el mejor de los escaparates que podíamos poseer. Esperamos que sean muchísimos años más, desde aquí felicitaros y esperar a ser testigos de esa exportación de sueños y añoranzas, de esa manera de quitarle los subtítulos a algo tan nuestro como la música.

Fotos: Extraidas de la página oficial Rock Sin Subtítulos™.